Los Ateneos de Andalucía, en defensa del sector cultural
Los Ateneos de Andalucía, en defensa del sector cultural
Los Ateneos de Andalucía tienen entre sus fines la promoción y difusión cultural, así
como la defensa de los valores democráticos, entre otros. En el cumplimiento de esta
labor cuentan, habitualmente, con la colaboración desinteresada de artistas de todo
orden, que prestan su actuación o ceden su creación para que las disfruten las personas
ateneístas y, en general, todo el público que participa de nuestras actividades.
La gestión de las consecuencias económicas que está produciendo la pandemia del
Covid-19 muestra claramente que, una vez más, la cultura va a quedarse atrás. No solo
no va a considerarse un bien esencial (como ha ocurrido en otros países cercanos), sino
que no va a recibir las ayudas que necesita para paliar en una mínima parte las pérdidas
del sector.
¿Puede una institución cuyo fin primordial es la defensa de la cultura permanecer al
margen de esta situación? No se trata solo de defender la cultura y a las personas que la
producen, comparten, difunden, etc, sino de poner de relieve que se trata de una pieza
esencial para nuestro desarrollo individual y colectivo.
Los Ateneos de Andalucía, como militantes culturales, debemos tomar partido
públicamente por la cultura como expresión de ese ser humano que se ha perdido entre
las exigencias de los mercados y los bulos de las redes sociales. La cultura como
rescate de los valores esenciales y medio para redefinir nuestra presencia en el planeta,
desde una relación más respetuosa entre nosotros y con el medio ambiente. Todas estas
consideraciones previas nos llevan a declarar, como institución que aglutina a miles de
voluntarios/as culturales de Andalucía, que:
La Federación Ateneos de Andalucía quiere manifestar su solidaridad con las víctimas
y familiares de la terrible epidemia que asola nuestro país, así como expresar su apoyo
al personal sanitario que los atiende.
El Covid-19 ha invadido nuestra existencia y, a la inmensa mayoría nos mantiene
confinados en nuestras casas. Las actividades que llevábamos a cabo diariamente se
han visto anuladas, cuando no reducidas al mínimo. El contacto con nuestros seres
queridos es limitado y virtual. En tales circunstancias, cuando la sensación de
Federación “Ateneos de Andalucía”
Inscrita en el Registro de Asociaciones de Andalucía con el nº 197.
aislamiento y soledad hace mella en nuestro ánimo, es la cultura la que mantiene vivo el
espíritu de la población.
No debería ser necesario destacar el papel esencial de la cultura en el bienestar y
desarrollo de los pueblos, como vehículo de inclusión y cohesión social, creando
espacios de tolerancia y respeto. Desgraciadamente, cuando se habla de bienestar y
desarrollo suele pensarse únicamente en la aportación del sector al Producto Interior
Bruto, nunca en su importancia para el crecimiento personal y el desarrollo de seres
humanos con espíritu crítico y respeto al entorno en el que viven. Sin embargo, ahora
que el mundo se ha parado, la cultura ha demostrado su potencial para conectarnos y
hacernos partícipes de un sentimiento de comunidad que nos recuerda nuestras raíces y
principios éticos, nuestra capacidad para crear y acercarnos a los sueños e ilusiones de
los demás.
Todas las personas que formamos parte del sector de la cultura en España hemos
puesto nuestro mayor empeño en aliviar la situación de confinamiento, ofreciendo a los
ciudadanos, de manera desinteresada, actividades culturales, con el objetivo, no solo de
entretener, sino de permitirles mantener la esperanza de una sociedad más justa y
tolerante.
Por todo ello, la Federación Ateneos de Andalucía y los ateneos que la componen
consideramos necesario que las Administraciones Públicas adopten medidas que
permitan la supervivencia del sector cultural, tal y como están haciendo con otros
ámbitos de la actividad económica.
Reconstruir España después de sufrir esta pandemia, requerirá del concurso de
todos; por eso, la cultura tampoco puede quedarse atrás.
Reconstruir España después de sufrir esta pandemia, requerirá del concurso de
todos; por eso, la cultura tampoco puede quedarse atrás.